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Como una pesadilla espantosa, Corea del Norte ha anunciado: “La primera prueba de la bomba de hidrógeno de nuestra república se ha realizado con éxito a las 10:00 de la mañana del 6 de enero de 2016.” Sin embargo, varios expertos dudan que la explosión haya sido más poderosa que las anteriores pruebas nucleares norcoreanas.
En 2006, Corea del Norte se unió a las filas del “exclusivo” club de naciones con armas nucleares. ¡Qué gran logro!, ya también puede amenazar con el uso de la última arma de destrucción masiva. Es el único país que actualmente efectúa pruebas nucleares.
En un planeta en estado de sitio y sufriendo la destrucción ecológica más grave desde los albores del hombre, en lugar de buscar las soluciones necesarias urgentes, traemos el escenario del Día del Juicio.
Es irónico que tan sólo 89 años separan la publicación de “El Origen de las Especies” de Charles Darwin, el 24 de noviembre de 1859, a la primera detonación de un arma nuclear el 16 de julio de 1945. Hemos pasado de buscar de dónde y cómo llegamos a este mundo, a la capacidad de aniquilar toda vida en el planeta. La actual situación internacional es muy desalentadora. Nos enfrentamos a un cambio climático innegable con todos sus impactos relacionados; guerras sectarias, el terrorismo, oleadas de refugiados como nunca se había visto desde la Segunda Guerra Mundial y la larga lista continúa.
Las consecuencias de la expansión de las naciones nucleares proyecta una tenebrosa sombra en las metas para tener un mundo Nuclear Cero. Nuestras voces en NAPF desde hace más de dos décadas se han centrado en la sensibilización y el empoderamiento de las personas que demandan detener más armamentos nucleares y cumplir con el Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares, Corea del Norte se retiró del tratado en 2003.
Más que nunca es necesario probar la mejor diplomacia, incluyendo sanciones económicas contra Corea del Norte si el reclamo de una exitosa prueba de bomba H resulta ser verdad. La comunidad internacional debe apoyar estas acciones por unanimidad. Todavía tenemos un largo camino por recorrer para lograr un mundo libre de la amenaza de una catástrofe nuclear. No necesitamos añadir más locura a una humanidad ya más que perturbada.
Rubén Arvizu es Director para América Latina de NAPF, Embajador del Pacto Global de Ciudades sobre el Clima y Director general para América Latina de Ocean Futures Society de Jean-Michel Cousteau.