traducción y adaptación de Rubén D. Arvizu* 

               para el padre Roy Bourgeois

  Queremos ser la voz de los que no tienen voz.

‪                       – Obispo Oscar Romero

Nada de esto podría haber ocurrido
‪ni los asesinatos, las violaciones, la brutalidad
‪sin los hombres jóvenes con las armas de fuego.

Monseñor Romero lo vio claramente.
Bajen las armas, dijo.
‪El día antes de su asesinato,

un día antes de ser acribillado en el altar.
Señor, perdónalos, sólo siguen órdenes.
Ellos no saben lo que hacen.

Pero los políticos y los generales
‪sabían lo que hacían
‪cuando dieron sus órdenes
‪para asesinarlo en el altar.

Nada de esto podría haber ocurrido
‪ni los asesinatos, las violaciones, la brutalidad
‪sin los políticos y los generales.

Los que se sientan en habitaciones oscuras
‪y llenan su boca con comida
‪antes de dar las órdenes.

La gente está en silencio.
‪Sus bocas no se abren.
‪Bajan sus cabezas y eluden la mirada.

Por supuesto, tienen miedo
‪de los jóvenes con las armas de fuego
‪que llevan a cabo las órdenes.

Nada de esto podría haber ocurrido
‪sin la gente quedándose en silencio.

El Obispo tambaleante, se desangró y murió.
‪Pero nunca será silenciado.

*David Krieger es Presidente de la Nuclear Age Peace Foundation

*Rubén D. Arvizu es Director para América Latina de la Nuclear Age Peace Foundation

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